23 de noviembre de 2011

Cada año disminuye el número de postulantes a las Fuerzas Armadas

Terminar el colegio y pensar en el futuro es una etapa que llena de dudas a los jóvenes. Elegir una carrera la cual los va acompañar a lo largo de sus vidas, es una decisión sumamente importante. Actualmente con el método del test vocacional, lo futuros profesionales descubren de acuerdo a sus preferencias que rama desean seguir.

Esta técnica empleada por miles de jóvenes ha arrojado un dato importante: cada año disminuye el porcentaje de postulantes a las Fuerzas Armadas. Esta información mantiene en alerta a las escuelas militares del Perú, las cuales han mejorado las estrategias de difusión y admisión para no perder el número de jóvenes que quieran servir a la patria.

Tal es el caso de la Escuela de Oficiales de la Marina de Guerra del Perú, que desde hace alguno años se presenta en distintas ferias vocacionales que se dan en diversos colegios de Lima. Para lograr un contacto directo con los escolares, los cadetes de cuarto o quinto año son los expositores en las ferias y quienes narran lo vivido durante la formación militar. Así mismo, regalan a los interesados folletos, cartucheras, lapiceros, llaveros y bolsas; objetos que llevan el escudo de la escuela.

Por otro lado, la Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea del Perú, emplea una estrategia similar a la escuela naval. Cadetes varones y mujeres son los elegantes ponentes en las distintas ferias vocacionales y junto a material audiovisual complementan la labor de dar a conocer lo que es emprender vuelo para servir a la patria. Así mismo, la Escuela de Oficiales del Ejército del Perú actualiza constantemente su página web y mejora el proceso de admisión de los nuevos cadetes. 

Sin embargo, a pesar del gran esfuerzo y los cambios realizados por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú, aún no logran captar mayor número de postulantes. Pero ¿por qué ha disminuido la vocación de mujeres y hombres de servir a la patria? En principio y como factor principal es el la estricta disciplina en las escuelas, otro punto importante es tener que ser parte de una institución prácticamente una vida entera.

Así mismo, el sueldo inicial desanima a quienes esperan tener grandes ganancias al terminar una carrera, considerando que tienen que pasar años para que los oficiales puedan ascender. Con el boom de las carreras técnicas y artísticas, administrativas en la Mariana Mercante y de vuelo comercial, la atención de los jóvenes gira en otra dirección, por lo que no ven la necesidad de pertenecer a una fuerza armada para realizar lo que más les gusta.

A pesar de estos factores que juegan en contra, también hay motivos por los que hombres y mujeres deciden tener una vida militar. En principio, ser parte de una familia con integrantes militares. A su vez, los beneficios que reciben los oficiales como colegio gratis, clubes de esparcimiento, casa, entre otros, y finalmente la vocación de servir a la patria.

“La decisión de pertenecer a una fuerza armada tiene que nacer de la vocación de cada persona. Particularmente estuve en la Fuerza Aérea dos años de mi vida, fue muy duro pero en el tiempo que estuve en la FAP me di cuenta que mi vocación era una carrera profesional civil, en mi caso fue derecho”, aseguró Eduardo Gonzales.

A su vez, el ex cadete aseguró que durante el tiempo que permaneció en la escuela de oficiales hubo muchos jóvenes que se fueron de baja y también pidieron su baja. “Lo motivos fueron diversos,  por  falta de disciplina, bajo rendimiento académico o problemas de índole personal”, culminó Gonzales.




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